jueves, 1 de septiembre de 2011

En bici por los pueblos del Ijsselmeer

Amsterdam se ha convertido en uno de los destinos favoritos para los turistas españoles de la nueva era Low Cost entre los que me incluyo. Su gran oferta cultural y de ocio, sumada al bajo precio de los vuelos y las grandes posibilidades de alojamiento a un precio más que razonable, convierte a la capital holandesa en un destino al alcance de cualquiera.











No centraré mi post en la gran ciudad, es fácil moverse y casi todos sabemos que hay que hacer allí, pero si vas varios días, me gustaría recomendaros una ruta algo diferente. Se trata de un paseo en bici por los pueblos del Ijsselmeer, cerquita de Amsterdam y con tal encanto y belleza que posiblemente será lo mejor que veas en mucho tiempo.














Comenzamos nuestro recorrido tomando un bus frente a la estación central de Amsterdam con destino a Monnickendam, a unos 15 Km. Monnickendam es un pequeño y bonito pueblo de pescadores en el que merece la pena darse un paseo antes de subir a las bicis. Cerca del ayuntamiento hay una tienda donde podremos alquilarlas y justo al principio de esa calle encontraremos la oficina de información turística por si queremos comprar un mapa de la zona, pero no merece la pena, siguiendo la señalización de color rojo por el carril bici llegaremos a cualquier parte de Holanda sin problemas. Si te desorientas te paras y le preguntas al primer holandés que te cruces. Te ayudarán encantados.













Desde Monnickendam tomamos rumbo a Marken, que es el típico pueblecito holandés con casas de madera pintadas en verde, vacas pastando y ambiente de paz. Este tramo es sin duda el más bonito de todos. Rodeado de verde y luego de agua por ambos lados mientras atraviesas el Mar Zuiderzee, necesitarás parar varias veces para asimilar el paisaje. Disfrútalo. Cuando lleguéis, tenéis la opción de dejar las bicis aparcadas junto al puente de entrada al pueblo. Un paseíto para saborearlo y visitar alguna tienda típica de zuecos, quesos y productos de la zona. Volvemos a por las bicis y nos vamos hacía el puerto para seguir nuestra ruta.












En el puerto de Marken tomaremos un barco junto a nuestras bicis para ir hasta Volendam. Este pueblo es ideal para pararse a comer y descansar un poco de tanta belleza. Su puerto es bastante bullicioso y está lleno de puestos de comida y souvenirs, no obstante, también es muy bonito y diferente. El que quiera que pida para comer los típicos arenques, yo no me atreví, o la también típica fritura de pescado variado. La nuestra está mucho más buena.

El último destino de nuestra ruta nos lleva a Edam, o nos debería llevar, para desde allí volver hasta nuestro punto de partida. No puedo hablar de ello ya que empezó a apretar la lluvia y desde Volendam nos tuvimos que volver a Monnickendam.

No os asustéis si no estáis acostumbrados al deporte, más que yo seguro que habréis hecho, Holanda es totalmente plana y entre paradas y paseos se hace muy corto y para nada pesado. Y si podéis elegir, hacedlo en un día despejado.

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