Este proyecto del director de arte Alex Bekerl me ha hecho sentir nostalgia de los 80´s y sus maravillosas series (que hoy no hay quien las vea) pero que en su día me fascinaban de sobremanera.
MacGyver, por ejemplo, era mi ídolo: recuerdo un capítulo en el que para escapar de un enorme enjambre de abejas asesinas, se fabricó un traje de apicultor con unos botes de no se qué y la ayuda de su inseparable navaja suiza... increíble!
El Coche Fantástico recuerdo que lo ponían en verano, después de comer, con toda la calor... (en esa época no había aires acondicionados, por lo menos en mi casa) y yo me tendía a verlo en el suelo con un cojín, para estar más fresquito. Por cierto, la voz de Kitt, el coche, era la misma que la antigua voz de Homer Simpson, doblada por el desaparecido actor de doblaje Carlos Revilla. Aprovecho la ocasión para decir que con la nueva voz de Homer se han cargado esta genial serie y ahora no hay quien la vea. Homer ha pasado de ser mi héroe, a ser un odioso gilipollas que no tiene gracia ninguna y que más tiene que ver con los estúpidos programas para niñatos de la Mtv que con el antiguo Homer. Mataría con unos alicates al que lo dobla ahora, aunque hay que decir que del declive de esta serie no sólo tiene la culpa este tío, los guionistas también han perdido todo, todito, su anterior mordaz, sarcástico e inteligente sentido del humor, quizás como lo ha perdido la sociedad.
En invierno me encantaba merendar una taza de Colacao con galletas maría viendo el Equipo A (así me puse, como un "chirolo"). Esta era mi serie favorita: M.A., Fénix, Hannibal Smith y Murdock en un cocherón lleno de trastos viejos y herramientas de todo tipo, creando un supercarro de combate, qué guay!
También ponían por aquel entonces Vacaciones en el Mar, Primos Lejanos, El Halcón Callejero, Wonder Woman, Alf, Barrio Sésamo, Fraggle Rock y muchas más. Y series españolas como Curro Jiménez, el bandolero cantillanero, Verano Azul o La Bola de Cristal.
Sin duda, todas estas series ya forman parte de la historia popular y, algunas, se han convertido en verdaderos iconos pop. Los 80´s ya quedan bastante lejos, pero está bien reconocer su legado televisivo y recordarnos a nosotros mismos cuando las veíamos. Es un ejercicio que deja una extraña mezcla de tristeza y alegría llamada nostalgia.
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