Ayer, día 6 de junio de 2012, se celebró la Gala Benéfica del Autismo en el Club Náutico de Sevilla. Allí se dió cita lo más granado de la sociedad sevillana: su alcalde Juan Ignacio Zoido, Los Morancos, quienes actuaron en la propia gala, José Manuel Soto (que también hizo de las suyas pese a no figurar en el cartel), Siempre Así (siempre así), Juan y Medio y todo el famoseo, farándula y demás artistas invitados hablando de sevillanas maneras.
Voy a hacer la crónica desde la perspectiva del grupo que, a priori, se encargaba de cerrar la velada: la banda de pop The River, con la que tengo una muy buena relación. Pero todas las críticas (que van a ser bastantes) las digo yo: Vincent Vega. Y eximo a mi querida banda de todo lo que esta pluma pueda escribir.
Tras la prueba de sonido, mis camaradas se atrincheraron en la barra reservada para los artistas y situada en la zona V.I.P. tras el escenario. Decenas de simpáticas y bellas camareras sirvieron la cena informal consistente en canapés variados, chacinas, emparedados y dulces, todo muy rico por cierto.
El espectáculo escénico comenzó con Eclectic Zoo, un cuarteto formado por un batería, contrabajo, ukelele y guitarra que hacían versiones de clásicos de todos los tiempos y estilos con un toque a veces country a veces jazz muy interesante y con un gusto exquisito. Fueron, sin duda, los que pusieron la calidad musical a la velada. Además de grandes músicos, son unos tíos fantásticos.
Por una serie de catastróficas desdichas que para resumirlas de forma suave diré que Siempre Así creen que llegar tarde a los sitios es señal de poder e inaccesibilidad en lugar de falta de educación y respeto hacia el resto de compañeros, se hizo un hueco en la apretadísima agenda de la noche y había que rellenarlo como fuera. ¿Y quién mejor para hacerlo que The River? El amigo Pepe Da Rosa presentó a la banda que tenía el encargo de actuar durante un cuarto de hora para amenizar esa brecha en el horario. En el último de los cuatro temas que interpretaron en esta primera actuación contaron con un invitado de lujo que además encarna de manera personal el sentido de la gala: La Asociación Autismo Sevilla llamó a The River unos días antes para preguntarles si les importaba que un ex-alumno de su escuela tocara un tema con ellos (Johnny Be Good de Chuck Berry). Por supuesto, mis amigos aceptaron encantados e intentaron fijar algún ensayo con el chaval. Por diferentes motivos no hubo ensayo. Ni falta que hizo: en la prueba de sonido, tras Hugo marcar tres golpes de batería comenzaron a interpretar el rock&roll como si llevaran toda la vida tocando juntos. Jose Silva, que así es como se llama este fenómeno de, ojo al dato, sólo dieciséis añitos, no sólo toca la guitarra con estilo y virtuosismo, sino que además canta con una voz personalísima, cálida y rockera. Según me cuentan mis camaradas, fue uno de los momentos más entrañables e incluso importantes de los catorce años de la banda. Y ya digo, no por el magnífico escenario, el numerosísimo público o el cartel. Fue por hacer feliz, muy, muy feliz, a una persona que, a parte de la tremenda proyección que le auguro como músico, ya tiene lo más importante: es un tío estupendo, encantador, bondadoso y servicial, y con eso se llega a todas partes.Y tiene unos padres geniales!
Tras los fabulosos The River & Jose Silva, de nuevo Pepe Da Rosa esta vez junto al celestino de la tercera edad Juan y Medio, presentaron a Los Morancos de Triana, quienes con su peculiar humor provocaron las carcajadas del público. Lo que más me sorprendió de ellos fue la facilidad que tienen para llevarse media hora hablando tonterías en un escenario haciendo reír al público: justo antes de salir estaban allí sentados con sus parejas como si tal cosa...
Les siguió una pésima acuación de Los Alpresa. Seguramente sean los mejores dentro del género rumbas y sevillanas, pero anoche cantaron en playback tres canciones y para abajo, pasando totalmente inadvertidos. Claro que mejor así que llevarte hora y media cantando todo el repertorio del Soto, como hizo Casto Domínguez, un cantautor del estilo llamado nuevo flamenco de los que cuando das una patada salen cien igualitos, igualitos (hasta se parecen todos físicamente y visten igual). Supongo que comenzó con su repertorio propio (no había escuchado esas canciones en la vida). Cuando vió al público bostezando se daría cuenta de que había que animar aquello e hizo subir a su ídolo: José Manuel Soto. No se si fueron las copas o las ganas de escenario lo que hizo que José Manuel se esplayara quedándose tres cuartos de la actuación sobre el escenario y robándole todo el protagonismo a Casto (el chaval no conoce mujer, de ahí el nombre).
Turno para Las Seventies, dos chicas que hacen versiones en plan hortera aflamencao de clásicos de la música disco de los setenta. El chico de sonido puso un CD con las pistas sin voz sobre las que ellas cantaban. Poco más puedo decir, la verdad es que no presté mucha atención porque odio que destrocen canciones de esa forma.
Tras ellas, Siempre Así, su propio nombre lo indica, siempre así, toda la vida cantando Se me va, A mi manera, Volveré a Sevilla en primavera y lo mismo de siempre. Además, creo que tienen el secreto de la eterna puretez, siguen exactamente igual que hace veinte años.
Seguidamente subieron al escenario Las Majorettes, de quienes Las Seventies deberían aprender muchísimo. Son unas chicas, cinco o seis, muy guapas todas y que cantan estupendamente canciones de grupos corales femeninos, desde Las Supremes al Vou le vou couche avec mua de Mouling Ruge. Muy bien estas chicas a las que sólo les faltaría llevar una banda en directo y no el mismo sistema del CD con las pistas sin voz. Supongo que el presupuesto no da para tanto... una pena.
Tras ellas el grupo de su tutor: Los Escarabajos, una banda que interpreta de forma sublime todas las canciones de The Beatles. Son muy buenos y Enrique Sánchez, el amo de la banda, tiene unos instrumentos preciosos de la época en la que los ingleses sacaban dos discos históricos al año. Pero chicos, hay que ser más humilde, más humano y no tener esa actitud de mirar por encima del hombro al resto. Creo que fueron los más estirados (por no decir palabras mayores) de la noche. Y mira que estaban Los Alplesas y Siempre Así... En fin, "revolucionaron" el mundo de la música con sus versiones clavaditas de Revolution, Get Back o Lady Madonna.
Finalmente, The River cerró la noche con una típica actuación del grupo (que con las copitas ya estaban mucho más sueltos que antes), público entregado, gritos de ¡Otra!, ¡Otra!, ¡Otra!; ¡Cantillana!, ¡Cantillana! y éxito de una banda que, sea el público que sea, si ellos quieren, acaban metiéndoselo en el bolsillo. Por cierto, Jose Silva volvió a deslumbrar en este segundo pase con su Johnny Be Good. Enhorabuena chicos!
Jose Silva, Eclectic Zoo y The River (falta Hugo que estaba haciendo la foto).
Hola Vincent, soy José Silva. Sólo quería daros las gracias a todos, realmente me alegra que hayáis disfrutado tanto como yo sobre el escenario. También os quiero agradecer a The River por lo atentos y amables que habéis estado, esto hay que celebrarlo algún día.
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