martes, 14 de febrero de 2012

Restaurantes Americanos

Los restaurantes americanos están de supermoda. En todas partes se abren nuevos establecimientos que ofrecen comida típica norteamericana (hamburguesas, hot dog, costillas a la barbacoa, sandwiches,...) y una decoración que nos hace sentir como en las pelis de Hollywood. Será esta mezcla la que nos gusta tanto, sentirnos como estrellas del celuloide comiéndonos una buena hamburguesa con patatas fritas.

Como ocurre con todo, hay restaurantes de la llamada fast food muy buenos, regulares y malos, muy malos. Los hay clásicos, como McDonals o BurgerKing, en los que sabes perfectamente qué vas a encontrar y qué vas a pedir. También existen cadenas de un nivel... superior, si, podría decirse eso (aunque muchas veces prefiramos un McRoyal Deluxe) como el Foster Hollywood o el Vips, en los que, además de ofrecernos una carta mucho más variada, los productos son, a priori, de mayor calidad. Podemos encontrar también otros ya de otro estadio, que casi no tienen nada que ver con los anteriores diría yo, de no ser porque la comida se llama igual: hamburguesa, nachos o perrito. Sin embargo en estos establecimientos una hamburguesa roza el sibaritismo, hasta en su descripción. Los nachos se preparan individualmente, con una exquisita guarnición. Hasta la bebida, una simple Coca-Cola, sabe mejor (yo la pido con sirope de vainilla, será por eso). Os hablo de cadenas como Friday (sin duda, el mejor que hay en Sevilla), los sevillanos Sloopy Joe´s (seguro que el dueño dijo: hay que ponerle un nombre así que suene americano... eslupi you! y así se quedó, con su transcripción fonética anglosajona, claro). Si, ir a uno de estos restaurantes provoca mi nerviosismo, comienzo a salivar y doy involuntarios saltitos.

Recientemente abrieron en Sevilla el franquiciado Tommy Mel´s, otro de estos restaurantes americanos que presuntamente está en este último nivel del que os hablaba. Su decoración seguramente sea la mejor de todas, una mezcla entre el bar que aparece en Regreso al futuro, también a la cinematográfica Grease, incluso al de Pulp Fiction. Todo está cuidado, hasta el más mínimo detalle. Sin embargo, su comida no acompaña nada a este sitio. En sólo dos visitas ha derrumbado todas las espectativas, demasiado altas al juzgar su chulísima decoración, que tenía puestas en él. El primer día iba demasiado hambriento para juzgar con neutralidad, pero ya noté algo raro en la hamburguesa que pedí... Y las patatas bañadas en una salsa de queso cheedar que se me repitió durante varios días me dejó patidifuso. No comprendía cómo podía ser, un restaurante tan chulo al que no quería volver... pero, ¿por qué? Me insistieron en regresar a los  pocos días (¿a caso sólo yo había notado que algo fallaba?) No sin poner bastantes trabas accedí a volver, pero mis sospechas no hicieron más que confirmarse. Esta vez mi acompañante también se dio cuenta del desastre que os cuento (y es que ya era obvio): las patatas fritas estaban recalentadas, seguramente habían sobrado desde el almuerzo. Su salsa sin embargo seguía siendo tan pesada y grasienta como la vez anterior. Esta vez elegí un perrito, una gigantesca salchicha en un pan blandusco cubierto por la misma asquerosa salsa de queso de las patatas y de chili con carne frío como la estepa siberiana. Hice la señal de la cruz mirando hacia la barra y juré ante Dios que jamás volvería a aquel restaurante.




























Qué no os pase como a mi, no os dejéis engañar por estos asientos tan chulos, la comida de Tommy Mel´s apesta!

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