jueves, 4 de octubre de 2012

Ensaimadart: La caja de la ensaimada se hizo arte (?)

Ensaimardart es un proyecto en el que 170 diseñadores, fotógrafos, ilustradores, arquitectos, cocineros y demás artistas (participan nombres como Javier Mariscal, Jordi Labanda, Isidro Ferrer o Carme Ruscalleda). Cada uno ha diseñado una etiqueta para las emblemáticas cajas octogonales de ensaimada a beneficio de la fundación Amadip.esment, que celebra ahora 50 años de trabajo en favor de los discapacitados intelectuales en Mallorca. La impresión de las imágenes se llevará a cabo en los talleres de la organización, mientras que el equipo de restauración de la misma se encargará de la elaboración de los dulces. Si todo va bien, éstas se empezarán a vender a finales de octubre en los dos cafés-tienda de Amadip.esment, y los envases, como pieza de colección y sin la bollería, a través de internet.

Esta idea surgió de las cabezas de dos diseñadores, Astrid Stavro y Pablo Martín. “Vivimos y trabajamos en Mallorca desde hace casi tres años y desde el principio nos interesamos por las cajas de ensaimadas, incluso las empezamos a coleccionar pensando que podríamos editar un librito con las más interesantes”, recuerda Martín. “Sin embargo, eso no aportaba demasiado. Entonces le dimos la vuelta a la tortilla: ¿por qué no pedir a diseñadores que hicieran cajas? Nos faltaba solamente la causa, y la encontramos al conocer a Amadip.esment fundació a quién les propusimos el proyecto. ¡Y encima era su 50º aniversario!”

Astrid Stavro cree que la caja de las ensaimadas es, de alguna forma, un icono del diseño y de la gastronomía. "Si te das una vuelta por el aeropuerto de Palma o por las cintas de las maletas en los aeropuertos de destino, te das cuenta de que la caja octogonal es, de hecho, un símbolo de Mallorca. Unir a creativos de diversos ámbitos es una de las bases del proyecto. Los diseñadores pecamos habitualmente de ser muy endogámicos, aquí se trataba de ser más transversales. Lo que queríamos no eran ensaimadas de diseño, queríamos ensaimadas para todos".

Convencer a 170 artistas para colaborar desinteresadamente en un proyecto no es tarea fácil, pero Stavro y Martín contaban una extensa red de contactos, forjada a través de sus más de 20 años en la profesión y enriquecida con la pertenencia a un club mundial de diseñadores como la Alliance Graphique Internationalle. Y también con un buen argumento: el apoyo a una institución admirable. "En momentos difíciles como el que estamos pasando este tipo de iniciativas son un soplo de aire fresco. Nuestra inspiración fundamental ha sido Amadip.esment. Basta con pasearse por sus instalaciones para ver la gran labor han hecho y siguen haciendo. Crear puentes, no sólo entre distintas disciplinas, si no entre distintas edades, niveles profesionales, países, razas o culturas es lo que creemos que el diseño es y debe ser. Para todos y por todos". 

Lamentablemente parece que muy pocos de estos "artistas" se han tomado el proyecto en serio y muy pocas, muy, muy pocas merecen realmente la pena. Es más, la mayoría son horribles.














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