martes, 5 de julio de 2011

El disco de la Semana (2)


























Mucho hay escuchar actualmente en el mundo musical para encontrar una voz de tantos kilates como la de Rufus.

Nacido para ser artista, para actuar y sobre todo para extrapolar su voz más allá de un auditorio. El señor Wainwright consigue una atmosfera en cada concierto absolutamente sublime, une su música a su prodigioso instrumento vocal hasta elevar a la perfección el envite sonoro.

Hijo y hermano de cantantes de folk, su sueño es ser cantante de ópera, y considera su trabajo Pop como un mero trámite para sacar dinero, a fin de componer y realizar su propio espectáculo operístico; mientras tal cosa sucede, deleita a su público con sus trabajos discográficos y su intenso directo, donde multitud de veces el piano y la voz son el único cordón umbilical entre espectador y artista.

El disco que nos ocupa contiene joyas que, perdonen la pesadez, no se igualan vocalmente, auténticas melodías echas para enamorar en directo, carrusel de sinfonías que trasportan la voz delicadamente y desatan un huracán a voluntad de Rufus; Un disco para escuchar en soledad, a media luz, pero también para bailar o disfrutar de la grandiosidad sonora… siente, emociona, conmueve y te levanta de un golpe, exigiéndote mover el cuerpo.

Este trabajo te recuerda a cada instante porque la música es uno de los motores de nuestra vida, y aboga por ese lado más sentimental y profundo. Si necesita redimir cuerpo y alma no lo dude este es su disco.

Aqui os ofrezco la fabulosa "Going to a town", y os recomiendo encarecidamente también "Nobody's off the hook" y la versión de "Hallelujah". Para saber más consulta la pagina web de Rufus.

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