lunes, 23 de abril de 2012

El disco de la semana (18)

Alcanzamos la mayoría de edad en esta sección llamada El disco de la semana. No obstante, no hemos sido consecuentes con su nombre y no la hemos publicado semanalmente (por diversos motivos entre los que destaca la flojera). De haber sido rigurosos iríamos por la cuadrigésimo tercera entrega, que son las semanas de existencia de Bailando con Mia Wallace...

En esta ocasión voy a hablaros de un tío al que realmente quiero. ¡Lo quiero! Ha estado en mi vida desde que tengo uso de razón (para escuchar música) y me ha hecho tan feliz como pocas personas han conseguido. Su música me acompaña siempre: quizás no hay una semana que pase en la que no escuche algo suyo. Nunca podré agradecerle a él y a sus otros tres compañeros lo que han hecho por mi. Cambiaron mi vida literalmente: sin ellos quizás habría tocado en un grupo de rumbas y habría muerto por exceso de contaminación acústica. O me hubiese declinado por el rap o el house y ahora estaría despellejando con un soplete y empapado en crak a Zed, ¿quién sabe?... Afortunadamente Paul, John, George y Ringo se conocieron, crearon un grupo y cambiaron la historia de la música y mi humilde existencia (soy miembro de la banda de pop The River y todavía no he muerto ni he matado a nadie).

Os recomendaría todo lo que Sir Paul McCartney ha compuesto (salvando desafortunadas piezas que en una carrera de 50 años en la cúspide hay que perdonar, si no, ¿qué pasa con Los Rollings?). Pero concretamente esta vez me gustaría que escuchaseis su último disco, Kisses on the Bottom, ("Besos en la parte inferior (de una carta)" en español).

Ficha técnica del disco: Kisses on the bottom es un álbum compuestos por versiones de los clásicos de la primera mitad del siglo pasado, la música que Paul escuchaba en su casa y que inspiró sus enormes composiciones. "Sonarán como las canciones entre los años 1920 y 1940, la época en la que mi padre tenía 20 años. Estas son las canciones que yo escuché y que mi familia, mis tíos, y todos cantaban", cuenta el artistón.

Además incluye dos temas inéditos compuestos por él: My Valentine, con la guitarra de Eric Clapton y Only your hearts, con la participación de Stevie Wonder.

Sobre esta colaboración con este último, Paul cuenta: "Stevie vino al estudio en LA y escuchó el tema durante unos 10 minutos y se hizo con él. Simplemente se acercó al micro y en 20 minutos clavó ese sólo que es dinamita. Cuando lo escuchas sólo piensas 'cómo es posible que salga con eso?' y es porque sencillamente Stevie es un genio, es por eso". Stevie se unió a Paul en los legendarios estudios Capitol de Los Ángeles para grabar el tema. Ya habían colaborado en el clásico "Ebony and Ivory" (marzo 1982), que se convirtió en número uno tanto en Reino Unido como en Estados Unidos.

En este albúm también colaboran Elvis Costello, Diana Krall y el bajista John Clayton.

Catorce preciosas canciones grabadas e interpretadas de forma magistral y con un exquisito gusto. Si tuviese que elegir un adjetivo para describirlo sería "apacible", con todas las connotaciones buenas que posee esa palabra y que a menudo tanto echamos en falta.

Os dejo con My Vallantine en un vídeo protagonizado por Natalie Portman y Johnny Depp:

















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